Los lípidos o grasas y su impacto en el organismo es uno de los temas que ha generado más controversia en la industria alimentaria. A día de hoy pese a que no se pueden sustraer resultados concluyentes todos los estudios coinciden en la importancia de la grasa alimentaria para el desarrollo humano, especialmente en los niños y la existencia de las grasas malas o trans, para patologías como el colesterol.
Beneficios de los lípidos para el organismo
- Las grasas permiten el desarrollo cerebral y del sistema nervioso.
- La grasa subcutánea, aquella que encontramos bajo la piel, ayuda a proteger y amortiguar órganos vitales internos. Además esta grasa es una importante forma de almacenamiento de energía y también sirve para aislar el cuerpo.
- Las grasas en la comida hace que nuestros platos sean mas saciantes permitiéndonos espaciar más las comidas evitando picar entre horas.
- La grasas curiosamente disminuye los niveles de azúcar en sangre, disminuyendo la velocidad a la que la glucosa o azúcar es liberada en la sangre.
En las últimas décadas se ha escrito mucho sobre el papel que las grasas dietéticas pueden jugar en el desarrollo de las enfermedades del corazón y específicamente se ha generado mucha controversia en el papel que juegan en la acumulación de placas en las paredes de nuestras arterias conocido como el colesterol. Dado que no hay estudios que abalen una teoría concluyente se ha generado una histeria generalizada entorno a los alimentos desnatados o bajos en grasas.
Pero las decisiones extremistas, suprimiendo por completo su consumo no son recomendadas ya que las grasas son un gran saciante. De hecho se ha comprobado que si reemplazamos toda la grasa de nuestra dieta por azúcar, por ejemplo, o más carbohidratos refinados, como por ejemplo pan, esto también puede aumentar las placas en las paredes arteriales. Por otro lado se ha demostrado como ciertas grasas como el aceite de oliva o el omega 3 puede protegernos del colesterol.
¿Qué tipo de grasa debemos incluir en nuestra dieta?
Las grasas tradicionalmente se clasifican en dos categorías, las saturadas y las insaturadas:
- Las grasas saturadas se componen de ácidos grasos muy rectos y planos con lo que se aglutinan muy densamente hasta terminar siendo solida a temperatura ambiente. Si, exactamente igual que la mantequilla. La carne roja también posee elevadas cantidades de grasa saturada.
- Las grasas insaturadas se dividen dos tipos:
- Grasas Ins. Naturales: Se encuentran en la naturaliza, como el aceite de oliva, los aguacates o los frutos secos.
- Insaturadas procesadas: Se trata de grasas que han sido producidas o modificadas por la industria de algún modo. Es el caso de la margarina, o los aceites reutilizados de las freidoras. Estos tipos de grasas insaturadas son definitivamente poco sanos para nuestro organismo pese a que paradójicamente son los que ha producido el hombre.
Los ácidos grasos que se encuentran en las grasas insaturadas naturales están retorcidos de un modo muy particular, motivo por el cual no pueden agruparse tan firmemente cobrando la textura sólida como es el caso de las grasas saturadas. Por lo que la grasa saturadas natural tiende a ser líquida a temperatura ambiente.
Cuando alteramos químicamente los ácidos grasos de las grasa insaturadas para hacer margarina o freír patatas fritas una y otra vez en el mismo aceite, las vueltas de esos ácidos grasos terminan siendo muy diferentes y acabamos con algo llamada grasas trans.
Las grasas trans hacen tienen dos efectos en nuestro cuerpo, y ninguno de ello es bueno:
- Hacen aumentar la cantidad de lo que llamaremos colesterol malo – también conocido como colesterol LDL – el tipo que promueve la creación de placas arteriales que tanto preocupan.
- Las grasas trans disminuyen el colesterol bueno de nuestro organismo, es decir disminuye el tipo de colesterol que se considera protector de las arterias y que por tanto evita la creación de las placas arteriales.
¿Qué grasas son más dañinas, las grasas trans o las grasas saturadas?
Pese a haberse demostrado que las grasas saturadas incrementan la cantidad de colesterol malo en nuestro organismo no se ha demostrado que disminuya el colesterol bueno de la misma manera. Además si remplazamos todas las grasas saturadas de nuestra dieta por alimentos ricos en carbohidratos simples o refinados, como refrescos o pan blanco, así como otros alimentos procesados, también estamos aumentando la acumulación de placas en las paredes arteriales. Por lo que probablemente el mejor consejo no sea nada nuevo y es: comer grasas con moderación incluyendo pequeñas cantidades de alimentos naturales de todo tipo privilegiando los aceites insaturados naturales como los que se encuentran en el aceite de oliva, aguacates y frutos secos, comer pequeñas cantidades las grasas saturadas y evitar las grasas trans.
Evitar las grasas trans o modificadas por el hombre no es tarea fácil ya que actualmente la gran mayoría de alimentos procesados que encontramos en el mercado contienen este tipo de grasas, volver a lo natural sea seguramente el mejor consejo que os pueda dar.
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